19 de octubre de 2011

Te necesito de una manera un poco torpe: ahora me muero por ti, luego ya no recuerdo tu nombre. No sé que es lo que pasa por mi mente. Entendiendo que esto no es nada más que un juego, dejemos que decida el viento el final de todo esto, mientras improvisemos los minutos que me quedan de tu calor, antes de que te marches, de nuevo, en otra dirección.

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