23 de septiembre de 2011

Alguna vez que otra.

Seguro que muchas veces echas tanto de menos a una persona que crees verla en cualquier parte, que sueñas con que de repente aparezca y te de un beso. Pero tristemente salen unas leves y frágiles lagrimas de tus ojos, mientras piensas que aquello que tanto deseas, aquello que necesitas para ser feliz, aquella sonrisa, aquellas palabras... no van a aparecer al girar la calle, aquella sonrisa no siempre estará en su boca y aquellas palabras no serán las que tú quieres oír. Por eso solo te queda esperar, esperar a que él piense que ya no eres una niña, que  ya has madurado y que en tú camino te has dado cuenta de que él es la persona que quieres.

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